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¿Cómo quitar un armario empotrado?

quitar armario empotrado

Eliminar un armario empotrado es una tarea que puede parecer compleja, pero con la información adecuada, las herramientas apropiadas y un enfoque organizado, cualquier persona con un mínimo de habilidad puede hacerlo.

¿Por qué quitar un armario empotrado?

Antes de entrar en los detalles técnicos, es importante considerar por qué muchas personas deciden quitar un armario empotrado. Las motivaciones pueden ser tanto estéticas como funcionales, y en algunos casos, hasta necesarias por cuestiones estructurales:

  • Renovación estética: Muchos armarios empotrados fueron diseñados hace décadas y tienen un aspecto anticuado que no combina con las tendencias actuales en decoración de interiores. Eliminarlos permite actualizar el ambiente con un estilo más moderno y personalizado.
  • Rediseño de espacios: En viviendas pequeñas o con distribuciones poco funcionales, quitar un armario empotrado puede facilitar una mejor organización del espacio. Es común eliminarlo para unir dos habitaciones, ampliar un dormitorio o integrar un vestidor.
  • Aprovechamiento del espacio: Algunos armarios empotrados ocupan rincones que podrían ser usados para otros fines, como un escritorio, una estantería abierta o incluso una cama adicional. Al retirarlos, se gana libertad para reorganizar la habitación.
  • Daños estructurales o materiales: Con el paso del tiempo, muchos armarios empotrados sufren daños por humedad, termitas, moho o simplemente desgaste. En estos casos, retirarlos no solo es estéticamente conveniente, sino también necesario para prevenir problemas mayores en la estructura de la vivienda.
  • Cambio de uso del espacio: En reformas integrales, a menudo se transforman habitaciones completas. Por ejemplo, un dormitorio puede convertirse en despacho o sala de estar, lo cual hace innecesario un armario empotrado.

Quitar un armario empotrado, por tanto, puede ser el primer paso hacia una vivienda más funcional, saludable y visualmente atractiva.

Consideraciones previas antes de desmontar

Antes de lanzarte a desmontar un armario empotrado, es fundamental tener en cuenta una serie de aspectos que pueden evitar contratiempos, mejorar la seguridad del proceso y facilitar las reparaciones posteriores. Estas consideraciones previas marcan la diferencia entre una intervención sencilla y un problema mayor en casa.

1. Revisar la estructura del armario

Examina cuidadosamente cómo está construido el armario. ¿Es un armario integrado en un hueco de obra o un mueble montado sobre la superficie? Algunos están hechos con estructuras metálicas, otros con madera contrachapada, y otros están parcialmente empotrados en tabiques. Este análisis te permitirá anticipar el nivel de dificultad del desmontaje y qué herramientas serán necesarias.

Además, verifica si está simplemente atornillado, clavado o incluso enyesado o embutido dentro del muro. Los armarios más antiguos pueden estar fijados con adhesivos fuertes o cemento, lo que complica la extracción.

2. Verificar instalaciones

Es esencial saber si hay cables eléctricos, enchufes, interruptores, radiadores, tuberías de agua o gas detrás o dentro del armario. Si hay duda, lo ideal es utilizar un detector multifunción que te ayude a localizar cualquier instalación oculta.

Consultar los planos eléctricos o de fontanería de la vivienda también puede darte una buena referencia. Nunca empieces a golpear o cortar sin estar seguro de lo que hay detrás de la estructura.

3. Proteger el entorno

La zona de trabajo debe estar completamente protegida para evitar daños a otros elementos de la vivienda. Esto incluye:

  • Cubrir el suelo con cartón grueso, mantas o plásticos resistentes.
  • Proteger muebles, puertas y ventanas cercanas con lonas o plásticos.
  • Sellar con cinta de carrocero las rendijas de puertas para evitar la propagación de polvo.
  • Tener a mano bolsas resistentes para escombros y residuos.

Si vas a utilizar herramientas eléctricas, asegúrate de que hay buena ventilación, especialmente si hay presencia de colas, barnices u otros materiales que desprenden gases.

4. Equipamiento de seguridad

La seguridad personal es clave. Equípate adecuadamente para evitar cortes, astillas, inhalación de polvo u otros accidentes domésticos:

  • Guantes anticorte con buen agarre
  • Gafas de seguridad ajustadas al rostro
  • Mascarilla antipolvo (preferiblemente FFP2 o superior)
  • Calzado cerrado con suela antideslizante
  • Ropa de trabajo o prendas que cubran completamente brazos y piernas

Recuerda: una preparación cuidadosa te ahorrará tiempo, esfuerzo y posibles complicaciones durante el desmontaje del armario empotrado.

Paso a paso: cómo quitar un armario empotrado

A continuación te explicamos de forma detallada cada etapa del proceso de desmontaje de un armario empotrado. Siguiendo este paso a paso, podrás hacerlo de forma segura y eficiente, minimizando daños en el entorno y optimizando el tiempo invertido.

Paso 1: Vaciado completo

Antes de iniciar cualquier desmontaje, es esencial vaciar el armario por completo. Retira toda la ropa, objetos almacenados, y desmonta si es posible los cajones y accesorios como zapateros o cestas. Esto facilitará el acceso a la estructura y reducirá el peso del armario.

Inspecciona también si hay elementos internos atornillados o clavados, ya que eso te dará pistas de cómo está montado el conjunto. Clasifica y guarda los herrajes reutilizables en bolsas rotuladas para tenerlos a mano si los necesitas más adelante.

Paso 2: Retirada de puertas y herrajes

Comienza por quitar las puertas del armario, sean correderas o abatibles. En el caso de las puertas abatibles, desatornilla las bisagras comenzando por las inferiores para evitar que caigan. Para puertas correderas, desmonta los rieles superior e inferior, retirando los tornillos con cuidado.

Los tiradores, perfiles de guía, embellecedores y otros herrajes también deben retirarse. Guarda todo el material en una caja para evitar que se pierdan piezas pequeñas o puntiagudas.

Paso 3: Desmontaje del interior

Procede a retirar los estantes, divisores, barras y cajoneras internas. Si están atornillados, utiliza un destornillador o taladro eléctrico para acelerar el trabajo. En caso de estar clavados o encolados, usa una palanca con suavidad para desprenderlos sin dañar la pared posterior.

Este paso puede revelar el tipo de estructura que tiene el armario: si es modular, de obra ligera o empotrado con elementos de yeso o ladrillo. Este conocimiento es clave para el siguiente paso.

Paso 4: Retirar la estructura exterior

Este es el paso más crítico y puede requerir más tiempo:

  1. Localiza los puntos de unión de la estructura: tornillos, clavos o adhesivos.
  2. Si los paneles laterales y superiores están atornillados, retira los tornillos primero. Si están fijados con clavos o cola, utiliza un martillo y una palanca para soltarlos gradualmente.
  3. Trabaja desde el interior hacia afuera y de arriba hacia abajo, evitando que los paneles caigan de golpe.
  4. Si hay un zócalo o base de madera, desmóntalo con cuidado para no dañar el pavimento.

Consejo profesional: Si el armario está enyesado, corta las juntas con un cutter para no desprender partes del muro. Usa una espátula plana para ayudar a separar elementos sin arrancar pintura o yeso en exceso.

Paso 5: Reparación del espacio

Una vez desmontado todo el armario, es momento de dejar el espacio limpio y preparado para el siguiente uso. Esto incluye:

  • Aspirar o barrer el polvo y los residuos generados.
  • Lijar las superficies donde se aplicaron colas o quedaron restos de pintura.
  • Rellenar agujeros y grietas con masilla de relleno o pasta niveladora.
  • Si las paredes quedaron con diferencias de tono o textura, aplicar una capa de imprimación y posteriormente pintar.
  • Revisar el suelo: si han quedado marcas, zonas sin parquet o huecos, puede ser necesario reparar o instalar un nuevo revestimiento.

Este último paso es clave para dejar la estancia lista para nuevos usos o mobiliarios.

Posibles complicaciones y soluciones

Aunque desmontar un armario empotrado puede parecer sencillo, durante el proceso pueden surgir varios imprevistos. Identificar estas complicaciones de antemano y saber cómo resolverlas es clave para evitar daños mayores en la estructura del hogar o retrasos innecesarios en la obra.

  • Tabiques dañados: Al retirar un armario, especialmente si estaba fijado con cola, clavos o estuco, es común que parte del revestimiento de la pared se dañe. En estos casos, lo más recomendable es aplicar placas de pladur para nivelar y dar una nueva superficie o bien realizar un enlucido completo si la zona afectada es amplia.
  • Presencia de moho o humedad: Si el armario estaba en contacto con una pared exterior o en una zona con poca ventilación, puede haber moho oculto. Es fundamental limpiar y desinfectar bien la zona, aplicar productos antihongos y dejar secar completamente antes de reparar o pintar. En casos severos, puede ser necesario consultar a un especialista en humedades para evitar que el problema reaparezca.
  • Cables eléctricos ocultos: Algunos armarios esconden instalaciones eléctricas antiguas o derivaciones improvisadas. Si encuentras cables, no manipules sin cortar la corriente. Llama a un electricista para evaluar si deben reubicarse, eliminarse o protegerse con canaletas empotradas o superficiales.
  • Dificultad para retirar elementos fijados con adhesivos potentes: En algunos modelos antiguos, las partes del armario están sujetas con colas de montaje extremadamente fuertes. Puedes usar espátulas especiales, disolventes o incluso una pistola de calor para ablandar el adhesivo, pero hazlo con precaución para no dañar la pared.
  • Desniveles en suelo o techo: Una vez retirado el armario, pueden quedar visibles diferencias de altura, manchas o zonas sin revestir. Dependiendo del nuevo uso del espacio, podría requerirse nivelación del suelo, reparación del rodapié, o incluso instalación de nuevo parquet, baldosas o pintura en techo.
  • Generación excesiva de polvo o residuos: Si no se toman precauciones, el desmontaje puede generar una gran cantidad de polvo, astillas y escombros. Es conveniente tener a mano aspiradoras industriales, bolsas reforzadas para residuos y un buen sistema de ventilación.

Cuándo llamar a un profesional

Aunque desmontar un armario empotrado puede hacerse como proyecto DIY, no siempre es la mejor opción. Hay múltiples situaciones en las que recurrir a un profesional no solo es recomendable, sino necesario para garantizar la seguridad, la calidad del trabajo y evitar costes inesperados a largo plazo.

  • Presencia de instalaciones eléctricas o fontanería: Si detectas enchufes, interruptores, cables ocultos o tuberías, un mal manejo puede provocar cortocircuitos, fugas o incluso accidentes. Un profesional podrá manipular estos elementos conforme a normativa.
  • Armarios integrados en muros de carga o estructurales: Nunca se debe intervenir un muro estructural sin la evaluación de un técnico cualificado. Si el armario está completamente empotrado en un tabique de carga, podrías comprometer la estabilidad de la vivienda.
  • Necesidad de reparar suelos o techos dañados: En muchos casos, al retirar el armario quedan al descubierto suelos sin revestir, grietas o techos sin pintura. Un profesional puede encargarse de estas reparaciones y devolverle un acabado homogéneo y estético a la habitación.
  • Reformas integrales: Si estás renovando varias estancias o rediseñando la distribución del hogar, integrar el desmontaje del armario en el proyecto general permite ahorrar tiempo y coordinar mejor los trabajos.
  • Falta de experiencia o herramientas específicas: A veces el coste de alquilar o comprar herramientas especializadas puede igualar el de contratar a un profesional. Además, un técnico evitará errores que puedan derivar en costes adicionales por reparaciones mal hechas.

En Reformas Integrales Valencia, nos encargamos de todo el proceso: desde el desmontaje hasta la reparación y remodelación completa del espacio.

Quitar un armario empotrado puede parecer una tarea laboriosa, pero con una buena planificación y las herramientas adecuadas, es completamente factible. Ya sea para ganar espacio, modernizar tu hogar o emprender una reforma integral, este cambio puede suponer una gran mejora funcional y estética en tu vivienda.