El papel pintado es una excelente opción para transformar por completo cualquier habitación. Con una amplia variedad de diseños, colores y texturas, es una solución decorativa que aporta estilo y personalidad a tus espacios. Si estás pensando en instalarlo por tu cuenta, esta guía te enseñará cómo hacerlo de forma sencilla y profesional.
Herramientas necesarias para poner papel pintado
Antes de empezar, asegúrate de contar con las herramientas adecuadas. Tener todo a mano no solo agilizará el proceso, sino que también te permitirá trabajar con precisión y obtener mejores resultados:
- Papel pintado: Elige un diseño que se ajuste al estilo de la habitación.
- Pegamento para papel pintado: Asegúrate de usar el tipo adecuado según el material del papel.
- Brocha o rodillo: Para aplicar el pegamento de forma uniforme.
- Cutter o tijeras: Para cortes precisos en los bordes y esquinas.
- Regla o escuadra: Herramientas clave para medir correctamente y evitar errores.
- Espátula de plástico: Para alisar el papel y eliminar burbujas de aire.
- Metro: Indispensable para medir las dimensiones de las paredes y el papel.
- Lápiz: Útil para marcar guías en la pared.
- Nivel de burbuja: Garantiza que las tiras queden perfectamente rectas.
- Esponja húmeda: Para limpiar los restos de pegamento antes de que se sequen.
- Trapos limpios: Para secar la superficie tras limpiar excesos de pegamento.
Tip adicional: Si es tu primera vez, ten a mano un manual o video tutorial del fabricante del papel pintado para resolver dudas puntuales.
Paso 1: Prepara la pared
Una buena preparación de la superficie asegura un acabado profesional y prolonga la vida útil del papel pintado. Dedica tiempo a esta etapa y sigue estos pasos cuidadosamente:
- Limpia la superficie: Usa un paño húmedo para eliminar polvo, grasa o cualquier tipo de suciedad. Si la pared tiene manchas de humedad, trátalas antes de continuar.
- Repara imperfecciones: Utiliza masilla para cubrir grietas, agujeros o irregularidades. Una superficie lisa es fundamental para que el papel se adhiera correctamente.
- Lija y alisa: Una vez seca la masilla, lija las áreas reparadas para que queden completamente lisas.
- Aplica imprimación: Si la pared es porosa o tiene una textura rugosa, utiliza una capa de imprimación para mejorar la adherencia del pegamento.
- Retira papel viejo: Si ya hay papel pintado, quítalo por completo con una espátula y agua tibia. También puedes usar un removedor específico para papel pintado.
Importante: No empieces a empapelar si la pared no está completamente seca. La humedad puede hacer que el papel se despegue.
Paso 2: Mide y corta el papel pintado
La planificación y el corte previo son esenciales para un trabajo sin contratiempos. Este paso evitará errores y reducirá desperdicios:
- Mide la altura de la pared: Usa un metro para obtener la medida exacta desde el techo hasta el zócalo. Añade entre 5 y 10 cm extra en cada extremo para ajustes.
- Corta las tiras necesarias: Estira el papel pintado sobre una superficie plana y realiza los cortes según las medidas obtenidas. Si el diseño tiene patrones, verifica que coincidan entre tiras antes de cortarlas.
- Numera las piezas: Marca cada tira en el reverso con un número o una letra para saber en qué orden deben colocarse. Esto será especialmente útil si usas papeles con patrones complejos.
- Planifica las uniones: Decide si prefieres comenzar por una esquina o por el centro de la pared. Esto dependerá del diseño del papel y de la distribución de la habitación.
Consejo: Conserva los recortes sobrantes. Podrían ser útiles para reparar daños o empapelar áreas pequeñas como enchufes.
Paso 3: Aplica el pegamento
El tipo de pegamento y su aplicación dependen del tipo de papel pintado que hayas elegido. Lee siempre las instrucciones del fabricante antes de comenzar:
- Papel tradicional: Aplica el pegamento en el reverso del papel con una brocha o rodillo. Extiéndelo de manera uniforme, asegurándote de cubrir todas las áreas.
- Papel vinílico o «non-woven»: Extiende el pegamento directamente sobre la pared. Este método es más rápido y facilita la colocación, ya que el papel permanece seco durante el proceso.
- Deja reposar: Si trabajas con papel tradicional, respeta el tiempo de reposo indicado para que el pegamento se absorba correctamente antes de colocar la tira.
Nota: Trabaja por secciones para evitar que el pegamento se seque antes de colocar el papel.
Paso 4: Coloca el papel pintado
Ahora que todo está preparado, llega el momento de empapelar. Este paso requiere paciencia y precisión:
- Alinea la primera tira: Comienza por el techo y deja un margen de ajuste en la parte superior e inferior. Usa un nivel de burbuja para asegurarte de que la tira esté perfectamente recta.
- Fija el papel: Presiona la tira contra la pared desde el centro hacia los bordes, usando una espátula de plástico para eliminar burbujas de aire y asegurar una adherencia uniforme.
- Coloca las tiras siguientes: Asegúrate de alinear los bordes y los patrones de cada tira. Presiona bien las uniones para que queden discretas.
- Limpia el pegamento sobrante: Con una esponja húmeda, elimina inmediatamente cualquier exceso de pegamento que se haya salido por los bordes.
Tip: Trabaja en un espacio bien iluminado para identificar y corregir imperfecciones al instante.
Paso 5: Recorta los excesos
Una vez que todas las tiras estén colocadas, ajusta los detalles para un acabado perfecto:
- Corta los sobrantes: Usa un cutter afilado para recortar el exceso de papel en los bordes superiores, inferiores y laterales. Ayúdate de una regla para guiar el corte.
- Acaba los detalles difíciles: En zonas como enchufes o interruptores, realiza cortes precisos con cuidado de no dañar el papel.
- Revisa las uniones: Si notas burbujas pequeñas, pincha con una aguja y presiona con la espátula para eliminarlas.
Antes de comenzar cualquier proyecto de empapelado, dedica tiempo a planificar con antelación. Si tienes la intención de decorar una habitación completa, lo mejor es empezar por una pared menos visible. Esto te permitirá ganar confianza y ajustar tu técnica antes de enfrentar áreas más destacadas. La clave para un buen resultado es trabajar con calma y precisión. Evita apresurarte, ya que un ritmo pausado te dará la oportunidad de corregir errores sobre la marcha y garantizar un acabado limpio.
Otro punto crucial es controlar las condiciones del ambiente durante el proceso de secado. Es fundamental que las puertas y ventanas permanezcan cerradas para evitar corrientes de aire, ya que estas pueden afectar la adherencia del papel, haciendo que se despegue antes de que el pegamento se asiente por completo. Finalmente, conserva siempre los restos del papel pintado. Estos recortes pueden resultar muy útiles para futuras reparaciones o incluso para detalles decorativos que complementen la decoración de la habitación. Con estos consejos en mente, estarás listo para enfrentarte a cualquier proyecto de empapelado con confianza y obtener resultados espectaculares.